Uno
en un solo relato las historias de estas sesiones porque en realidad me
aportaron muy poco y en el transcurso de ellas tuve la misma sensación de
parecer una floritura en un mercado de abastos.
Además
de la apertura solemne de la novena legislatura y de la investidura del nuevo
Presidente del Gobierno, hubo otra sesión antes en la que sólo se votaba la
constitución de la Mesa del Parlamento.
Ya
desde esa primera, empezó a vislumbrarse que el tripartito (CC-PSOE-PP)
pretendía aislar lo más posible al grupo Podemos y a que no se visibilizaran
sus iniciativas, puesto que no aceptaron ninguna de nuestras propuestas para
que se incluyeran en la Mesa del Parlamento al resto de grupos parlamentarios.
Suposición que, con el tiempo, se ha comprobado que era cierto, pues
efectivamente han utilizado las reuniones de la Mesa para dejar fuera las
iniciativas de Podemos.
En
las otras dos sesiones se repitió la misma historia que en la toma de posesión.
Más postureo y más tiempo soporífero. Igual cansancio, igual energía negativa,
igual ganas de meterme en la cama y esconderme bajo las sábanas cuando llegué a
mi casa… (reflejo de la infancia supongo).
Te
asaltan tantas dudas de si vale la pena el esfuerzo de estar soportando
situaciones que no tienen nada que ver con tu forma de ser, estar aguantando la
presión pública y estar esforzándonos todas las horas del día para prepararnos
bien en tantos temas nuevos, ... ¿Servirá de algo nuestra presencia en este
Parlamento? en fin... sólo el tiempo dirá. Mientras tanto trabajaremos todo lo
fuerte que podamos para conseguirlo y mantendremos viva nuestra ilusión y
nuestras ganas de ver hecho realidad el cambio en la vida política y en la
sociedad.
Aunque
les pueda parecer mentira soy muy tímida, tímida de nacimiento. Poco a poco he
ido superando esa timidez en las distintas facetas de la vida, no sin gran
esfuerzo, y esta nueva fase de mi vida, es un nuevo escalón que cuesta subir,
pero hay que conseguirlo.
Volviendo
a las sesiones protocolarias, afortunadamente no sé cómo, pero en el acto
solemne me libré del “Saluda” de todas las fuerzas militares y de todas las
autoridades. Supongo que porque siempre huía de las aglomeraciones pasé
rápidamente por delante de todo aquel grupo de la entrada, que tenía mucho
boato, y esperé dentro donde no
había nadie.
Lo
más gratificante de ese acto fueron las actuaciones de música del cuarteto Vocal
Arte y del timplista Manolo "el Colorao" con el bajista "el
naranja" y la vocalista Candelaria Gómez. Fue muy emotivo.
Lo
más llamativo fueron nuestros esparadrapos en la boca cuando acabó la sesión
para protestar por la ley “mordaza”. Ese día justamente entraba en vigor esa
ley tan lamentable. Produce mucha tristeza ver cómo estamos nuevamente
perdiendo derechos y libertades, acercándonos cada vez más a épocas
franquistas. ¡Son tantas cosas por las que debemos estar aquí y por lo que vale
la pena aguantar!
La
peor de todas fue la sesión de investidura. Escuchar las palabras monocordes de
Clavijo, el discurso empalagoso de Ruano, el ímpetu de la derecha más liberal,
y el cuento vomitivo de Patricia sobre el abuelito y los derechos sociales que
recordaban a Rajoy y la niña… Lo único bueno fue escuchar a Noemí, que fue como
un aire fresco entrando por la puerta y las ventanas.
Sí,
fue mi peor día con diferencia.
Muchos
cargos políticos intermedios del Gobierno andaban por allí, pululando,
dejándose ver ante Clavijo y la cúpula de CC, a ver si les caía un carguito
otra vez…todos eufóricos, sonrientes, saludando y besando…
No veía la hora de irme.